Conocer los aparatos que necesitas para formar
una buena zona de cultivo es algo esencial para todo cultivador de interior, ya
que la calidad de estos componentes será decisiva en los resultados finales,
puesto que serán los encargados de crear un hábitat adecuado para el desarrollo
de las plantas.
Bombilla
La bombilla es sin duda uno de los elementos
más importantes dentro de tu zona de cultivo, ya que cuenta con la función de
emular al sol, aportando la luz necesaria para el desarrollo de nuestras
plantas. Las bombillas más utilizadas para el desarrollo de plantas de
marihuana son las de halogenuros metálicos para crecimiento, y las HPS para
floración o para todo el ciclo. A día de hoy la auténtica revolución son las
lámparas led, ya que no necesitan reflector y ofrecen una luz más absorbible para
las plantas, por lo que no necesitamos tanta potencia para conseguir buenos
resultados.
Reflector
El reflector es otro de los puntos clave, ya
que será el encargado de redirigir la luz hacía las plantas, por lo que recibirán
casi el doble de luz, mientras no malgastamos nada de la energía que estamos
consumiendo. Tenemos reflectores que centran toda la energía en un punto, otros
que la reparten por toda la zona de cultivo, o incluso existen reflectores
capaces de aislar la temperatura de la bombilla (Cooltube), por lo que
tendremos que ver cuál es el que más se adapta a nuestras necesidades.
Balastro
Los balastros son los encargados de hacer de
transformador para la bombilla, por lo que será necesario para conectar nuestro
sistema de iluminación. Los primeros en aparecer fueron los balastros
magnéticos, que tenían tendencia a calentarse por lo que perdíamos algo de
energía. Los balastros más actuales (electrónicos), envían toda la potencia
directamente a la bombilla, cosa que podemos notar con producciones de hasta un
30% más en algunos casos.
Extractor/intractor
Gracias a estos complementos podremos renovar
continuamente el aire de nuestra zona de cultivo, lo que hará que la
temperatura alcanzada a causa de la bombilla se rebaje, y nuestras plantas
puedan encontrarse en un hábitat más adecuado. Tendremos que asegurarnos de que
disponemos de un extractor centrífugo, ya que los extractores en línea no
cuentan con fuerza de absorción, por lo que no tiene la fuerza suficiente como
para arrastrar el aire del filtro. Los extractores en línea se utilizan como
intractores o como apoyo para los centrífugos, ya que para esta función no
necesitan fuerza de absorción, por lo que ahorraremos un dinero respecto a los
centrífugos.
Filtro
El filtro es el primer elemento que
necesitamos para tener un buen sistema de extracción de aire, ya que es con el
que empieza el circuito, dejando atrapados todas las partículas aromáticas en su interior. Suelen contar
con una salida a la que engancharemos el tubo de ventilación, y posteriormente
el extractor, por lo que todo el aire que pase por el extractor, habrá pasado
sido filtrado.
Tubo de ventilación
Este tubo simplemente hace de conector entre
los diferentes elementos del sistema de extracción, permitiéndonos mover el
aire desde el filtro hasta fuera de nuestra sala de cultivo. Aun contando con
esa simple función, contamos con diferentes tubos según nuestras necesidades, ya
que tenemos desde el tubo normal, a otros con la capacidad de absorber el ruido
o incluso otros protegidos contra la humedad.
Estos solo son los complementos básicos que
necesitaremos si tenemos intención de montarnos una sala de cultivo en
interior, para conseguir un zona de cultivo más óptima necesitaremos otros
componentes extra, de los que hablaremos en otra ocasión.