Si siempre has
sido consumidor habitual de marihuana pero estás harto de tener que gastar
dinero y contribuir al mercado negro del cannabis, puede que quieras aprender a
cultivar marihuana por tu cuenta. Si eso es lo que buscas, sigue leyendo para
aprender algunos de los conceptos
básicos sobre cómo cultivar marihuana.
¿Qué necesito para plantar marihuana?
Primero, tendrás
que pensar en el espacio que tienes disponible. ¿Vas a cultivar en exterior o en interior? La respuesta a
esta pregunta suele depender de la situación personal de cada uno, ya que no
todos tenemos acceso a un sitio en exterior donde se pueda plantar marihuana
sin ser demasiado escandaloso.
Si no tienes
acceso a un huerto o un jardín exterior donde podrás plantar con tranquilidad,
la única otra opción que te queda es plantar en interior, donde podrás
controlar todos los parámetros a la perfección y además podrás realizar varios
cultivos al año. Aunque tenga un coste más elevado, cultivar en interior te da
más control sobre tus plantas; en exterior están a la merced de la naturaleza,
y puede ser más complicado sacar plantas de calidad excepcional.
Plantando en
interior o en exterior, tus plantas necesitarán macetas, un sustrato
nutricional, fertilizantes y agua sí o sí – el resto de parámetros varía
bastante, siendo en interior donde se complica un poco la cosa.
En interior:
Cuando se cultiva
en interior, necesitas simular el
ambiente del cultivo exterior, haciéndoles creer a tus plantas que están
fuera creciendo bajo la luz del sol. Esto implica que tienes que controlar
muchísimos parámetros, como la luz del día y la noche, la humedad, las
temperaturas, aire fresco etc. La potencia de la luz, el rango de humedad, la
temperatura y el aire a aportar son cosas que se rigen por el tamaño de tu cultivo.
Estos son los elementos básicos que necesitarás:
Espacio. Puedes cultivar en una habitación normal de tu casa debidamente preparada si
quieres, aunque los armarios de cultivo cuentan con ventajas específicas a la
hora de montar tu cultivo interior, como paredes reflectantes y una estructura
de la cual puedes colgar tus accesorios de cultivo.
Luz. Esto es quizás uno de los elementos más importantes. Hay varios formatos
de luz y varios tipos de bombillas que emiten luces distintas con formatos
específicos para la fase de crecimiento y para la fase de floración. La
potencia de la luz que utilices dependerá de varios factores, como la cantidad
de plantas a cultivar y el dinero que estés dispuesto a gastar; hay tipos de
bombilla con la potencia relativamente baja que son capaces de producir
cosechas enormes.
Aire. También es otro elemento increíblemente importante a tener en cuenta –
necesitarás renovar el aire en tu cultivo si quieres mantener sanas y felices a
tus plantas. Esto se hace mediante un sistema de extracción, que saca el aire
viejo e introduce aire fresco y nuevo. Al igual que con la luz, la potencia que
necesites de extracción dependerá mucho del tamaño de tu cultivo o si estás
trabajando en un armario o una habitación. También puede que necesites un
ventilador para ayudar a mover el aire y evitar aire estancado.
Humedad y temperatura. Estos dos parámetros suelen estar muy unidos,
así que los trataremos como uno. En cuanto a la humedad, las plantas obviamente
necesitan cierto nivel de humedad para sobrevivir, pero si nos pasamos de ese
nivel podemos ocasionar la aparición de
hongos en nuestras plantas. La temperatura influye también, ya que si hace
mucho calor subirá la humedad y si hace mucho frío las plantas no crecerán. Lo que normalmente suele pasar es que acabes
necesitando bajar la humedad y la temperatura, lo cual se puede hacer ajustando
el flujo de aire fresco, o mediante un deshumidificador si fuese necesario. La
temperatura se suele ajustar a medida que cambie la humedad, aunque también
puedes emplear métodos como los cooltubes o utilizar un aire acondicionado
pequeño.
En exterior:
En exterior lo
único que te hace falta es un clima medianamente decente, un buen sustrato
debidamente preparado en el suelo o una maceta si lo prefieres, mucho sol, fertilizantes y agua. ¿Suena
fácil, verdad?
Es verdad que
cultivar en exterior lleva menos gastos que en interior, aunque también es
bastante más arriesgado. Aparte del riesgo obvio de que alguien podría ver tus
plantas y llamar a la policía o incluso robártelas, también existe el riesgo climático y ambiental. Esto
significa que en exterior tus plantas están expuestas a la naturaleza y no
podrás controlar los parámetros como en interior. Tendrás que utilizar
insecticidas para evitar que las plagas se hagan con tus plantas, y tendrás que
estar atento al tiempo e intentar que se mojen lo más mínimo posible.
Cultivar en
exterior lleva mucho riesgo, y perder el trabajo de toda una temporada por
culpa de una plaga o de unas lluvias no es muy
agradable, pero es verdad que obtendrás unos resultados más fieles a la
naturaleza real de tus plantas en exterior, en especial si utilizas nutrientes
orgánicos.
Estos son solo
unos parámetros básicos para que puedas hacerte una idea de lo que es cultivar
marihuana en interior y en exterior y las diferencias
entre ambas. Hay muchas cosas que suelen influir en la calidad de la cosecha,
como los fertilizantes utilizados y la experiencia del cultivador. Si eres principiante puedes seguir estos consejos básicos y ampliar tu conocimiento con la experiencia.
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