jueves, 18 de abril de 2019

Cómo cultivar marihuana


Si siempre has sido consumidor habitual de marihuana pero estás harto de tener que gastar dinero y contribuir al mercado negro del cannabis, puede que quieras aprender a cultivar marihuana por tu cuenta. Si eso es lo que buscas, sigue leyendo para aprender algunos de los conceptos básicos sobre cómo cultivar marihuana.

¿Qué necesito para plantar marihuana?


Primero, tendrás que pensar en el espacio que tienes disponible. ¿Vas a cultivar en exterior o en interior? La respuesta a esta pregunta suele depender de la situación personal de cada uno, ya que no todos tenemos acceso a un sitio en exterior donde se pueda plantar marihuana sin ser demasiado escandaloso.

Si no tienes acceso a un huerto o un jardín exterior donde podrás plantar con tranquilidad, la única otra opción que te queda es plantar en interior, donde podrás controlar todos los parámetros a la perfección y además podrás realizar varios cultivos al año. Aunque tenga un coste más elevado, cultivar en interior te da más control sobre tus plantas; en exterior están a la merced de la naturaleza, y puede ser más complicado sacar plantas de calidad excepcional.

Plantando en interior o en exterior, tus plantas necesitarán macetas, un sustrato nutricional, fertilizantes y agua sí o sí – el resto de parámetros varía bastante, siendo en interior donde se complica un poco la cosa.

En interior:


Cuando se cultiva en interior, necesitas simular el ambiente del cultivo exterior, haciéndoles creer a tus plantas que están fuera creciendo bajo la luz del sol. Esto implica que tienes que controlar muchísimos parámetros, como la luz del día y la noche, la humedad, las temperaturas, aire fresco etc. La potencia de la luz, el rango de humedad, la temperatura y el aire a aportar son cosas que se rigen por el tamaño de tu cultivo. Estos son los elementos básicos que necesitarás:

Espacio. Puedes cultivar en una habitación normal de tu casa debidamente preparada si quieres, aunque los armarios de cultivo cuentan con ventajas específicas a la hora de montar tu cultivo interior, como paredes reflectantes y una estructura de la cual puedes colgar tus accesorios de cultivo.


Luz. Esto es quizás uno de los elementos más importantes. Hay varios formatos de luz y varios tipos de bombillas que emiten luces distintas con formatos específicos para la fase de crecimiento y para la fase de floración. La potencia de la luz que utilices dependerá de varios factores, como la cantidad de plantas a cultivar y el dinero que estés dispuesto a gastar; hay tipos de bombilla con la potencia relativamente baja que son capaces de producir cosechas enormes.

Aire. También es otro elemento increíblemente importante a tener en cuenta – necesitarás renovar el aire en tu cultivo si quieres mantener sanas y felices a tus plantas. Esto se hace mediante un sistema de extracción, que saca el aire viejo e introduce aire fresco y nuevo. Al igual que con la luz, la potencia que necesites de extracción dependerá mucho del tamaño de tu cultivo o si estás trabajando en un armario o una habitación. También puede que necesites un ventilador para ayudar a mover el aire y evitar aire estancado.

Humedad y temperatura. Estos dos parámetros suelen estar muy unidos, así que los trataremos como uno. En cuanto a la humedad, las plantas obviamente necesitan cierto nivel de humedad para sobrevivir, pero si nos pasamos de ese nivel podemos ocasionar  la aparición de hongos en nuestras plantas. La temperatura influye también, ya que si hace mucho calor subirá la humedad y si hace mucho frío las plantas no crecerán.  Lo que normalmente suele pasar es que acabes necesitando bajar la humedad y la temperatura, lo cual se puede hacer ajustando el flujo de aire fresco, o mediante un deshumidificador si fuese necesario. La temperatura se suele ajustar a medida que cambie la humedad, aunque también puedes emplear métodos como los cooltubes o utilizar un aire acondicionado pequeño.

En exterior:


En exterior lo único que te hace falta es un clima medianamente decente, un buen sustrato debidamente preparado en el suelo o una maceta si lo prefieres, mucho sol, fertilizantes y agua. ¿Suena fácil, verdad?

Es verdad que cultivar en exterior lleva menos gastos que en interior, aunque también es bastante más arriesgado. Aparte del riesgo obvio de que alguien podría ver tus plantas y llamar a la policía o incluso robártelas, también existe el riesgo climático y ambiental. Esto significa que en exterior tus plantas están expuestas a la naturaleza y no podrás controlar los parámetros como en interior. Tendrás que utilizar insecticidas para evitar que las plagas se hagan con tus plantas, y tendrás que estar atento al tiempo e intentar que se mojen lo más mínimo posible.

Cultivar en exterior lleva mucho riesgo, y perder el trabajo de toda una temporada por culpa de una plaga o de unas lluvias no es muy agradable, pero es verdad que obtendrás unos resultados más fieles a la naturaleza real de tus plantas en exterior, en especial si utilizas nutrientes orgánicos.

Estos son solo unos parámetros básicos para que puedas hacerte una idea de lo que es cultivar marihuana en interior y en exterior y las diferencias entre ambas. Hay muchas cosas que suelen influir en la calidad de la cosecha, como los fertilizantes utilizados y la experiencia del cultivador. Si eres principiante puedes seguir estos consejos básicos y ampliar tu conocimiento con la experiencia.

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