jueves, 26 de septiembre de 2019

Cómo seguir una tabla de abono para marihuana



Si acabas de iniciarte en el mundo del autocultivo de marihuana, puede ser un poco complicado seguir una tabla de cultivo. Incluso los cultivadores experimentados a veces tienen problemas a la hora de seguir las muchas tablas de cultivo que hay.

Lo principal que debes saber es que una tabla de cultivo es una simple guía – tienes que conocer bien a tus plantas para poder aplicarles las dosis adecuadas, ya que el clima en el que cultivas, tu nivel de experiencia y la variedad a cultivar pueden influir mucho en cómo llevan tus plantas de marihuana su régimen de nutrientes. Primero, tendrás que conocer las fases de tu planta y saber reconocerlas.

Fases de tus plantas:


Germinado y plántula: En esta fase tus plantas no son capaces de absorber nutrientes, pero muchos cultivadores novatos piensan que la primer semana de su tabla de cultivo se refiere a la plántula – deberás esperar hasta que tu planta tenga su segundo o tercer par de hojas reales para empezar a abonar utilizando los nutrientes de la primera semana de la tabla que estés usando.

Crecimiento: Cuando tus plantas ya han sacado dos o tres pares de hojas, sabrás que están saliendo del estado de plántula para próximamente pegar el estirón durante el periodo de crecimiento. Aquí es cuando se empieza a seguir una tabla de cultivo. Generalmente te indicarán que utilices un enraizante las primeras semanas y algún fertilizante base para el crecimiento.

Muchas tablas de cultivo están pensadas para cultivadores de interior, y suelen incluir solo dos o tres semanas de crecimiento. Si estás cultivando en exterior o en interior y quieres darles más crecimiento a tus plantas antes de pasarlas a florecer, simplemente tendrás que alargar las dosis de las semanas de crecimiento en proporción a lo que indica.

Floración: En las tablas de cultivo normales se suelen marcar unas 7 semanas de floración antes del lavado de raíces. Como ya hemos comentado, esto puede variar según la variedad que estás cultivando – según las indicaciones del banco de semillas podrás hacerte una idea de cuántas semanas de floración te esperan, y a partir de ahí seguir las semanas necesarias, siempre en proporción a la tabla original.

Engorde: Dentro de las dosis de floración, sobre la cuarta o quinta semana, suelen incluir productos para el engorde de los cogollos. Si estás cultivando plantas que requieren más tiempo para florecer, lo suyo sería atrasar la dosis de los productos de engorde hasta que le toque. Sabrás que ya les toca un poco de engorde porque los cogollos estarán formados ya, con pistilos blancos o quizá empezando a volverse marrones.

Lavado: Todas las tablas incluyen una semana o dos para el lavado de raíces, y si la tabla que estás usando no lo incluye tendrás que incluirlo tú en tus cálculos. Esto se hace para eliminar los restos de sales y minerales de las plantas, además de hacer que absorban y utilicen todos los nutrientes que les queda. Si no se hace puede que tus cogollos tengan un sabor un tanto desagradable, y si usas productos minerales y químicos puede ser muy nocivo para tus pulmones.

Conclusión:
Una tabla de cultivo no es infalible, ya que dan recomendaciones generales que no se pueden aplicar a todas las plantas ni a todos los niveles de experiencia. Lo fundamental a la hora de seguir una tabla de cultivo para marihuana es abonar en base a la reacción de tus plantas, que ellas saben muchísimo mejor que una tabla generalizada que solo sirve de guía.

Otra cosa muy importante que muchas tablas de cultivo no suelen incluir, es que debes ir midiendo y ajustando el pH según la época en la que se encuentran tus plantas, ya que este parámetro es lo que determina los nutrientes que podrán absorber.

Cómo seguir una tabla de abono para marihuana


Hay muchísimas tablas de cultivo, y muchos de ellos son generalizados para cualquier tipo de planta, aunque si indagas un poco en el mundo de los fertilizantes puedes descubrir marcas de gran renombre que publican tablas de cultivo más específicos para cannabis.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Cómo prevenir y matar orugas en la marihuana


Una de las plagas más devastadoras para las plantas de marihuana son las orugas; pueden causar daño irreparable y dejarte sin cosecha si no estás al loro. Por eso, vamos a hablar sobre cómo prevenir y matar orugas en la marihuana.

Las orugas no aparecen de la nada, sino que suelen surgir a partir de huevos puestos por polillas. Son bastante difíciles de detectar en un principio, ya que son muy pequeños. Empiezan comiéndose las paredes celulares de tus hojas, causando una transparencia que puede ser difícil de ver a simple vista.

Cómo detectar orugas en la marihuana


Cuando se hacen más grandes es cuando realmente causan ese daño irreparable de la cual hablábamos antes; empiezan a comerse los cogollos, haciendo túneles poco a poco por donde entra más humedad de lo que toca. Si esto no fuese suficiente, van causando humedad en las flores con sus heces, lo cual puede causar infecciones de hongos – realmente esta infección es lo que puede acabar con tus plantas, pero la causa directa son las orugas.

como prevenir y matar orugas en la marihuana


Se pueden detectar cuando son todavía gusanos pequeños, aunque tendrás que fijarte muchísimo. De normal salen por la noche para no ser detectados, aunque cuando son jóvenes se les puede ver de día; tendrás que prestar especial atención a las flores de tus plantas, ya que tan solo miden un milímetro y se suelen esconder dentro de las hojas mismas para camuflarse, moviéndose por debajo. Cuando son adultos solo salen por la noche, camuflándose durante el día en la base de tu planta. Si sales muy pronto por la mañana, puede que encuentres alguno y llegues a quitarlos a mano.

Lo mejor que puedes hacer es tomar medidas preventivas, ya que si se instala esta plaga en tu cultivo y no lo pillas con tiempo puede ser demasiado tarde. Uno de los mejores métodos es utilizar otra plaga para prevenir que se acerquen, y en el peor de los casos, erradicarlas; Bacillus Thuringiensis. Consiste en una bacteria que no es nociva para tus plantas pero sí para las orugas, matándolas de dentro para fuera.

Si pulverizas tus plantas con Bacillus Thuringiensis una vez cada 3 semanas, más o menos, tus plantas estarán totalmente a salvo. Ahora sí, si empiezas a utilizar este método cuando ya son adultos, no funcionará ya que los adultos no son tan susceptibles a la bacteria. En este caso tendrás que salir por la mañana a quitarlos a mano, y puede ser bastante difícil encontrarlos todos.

Tendrás que buscar por los cogollos y donde veas heces o agujeros en las hojas, además de pulverizar una vez con Bacillus Thuringiensis para matar a los pequeños que no se han desarrollado todavía. Si se hacen con la mayoría de tus plantas pero aun así llegas a cosechar algo, examina las flores bien ya que el hongo causado por las heces de las orugas puede causar problemas respiratorios si se fuma, aparte de que dejan un sabor bastante desagradable.

Recuerda, la mejor manera de deshacerte de esta plaga es previniendola desde el principio; si cultivas en exterior y además ya has tenido problemas relacionados con las orugas, recomendamos prevenir antes de que sea demasiado tarde.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Cuándo cortar las plantas de marihuana


Saber cuándo cortar las plantas de marihuana es algo fundamental, ya que si cosechas demasiado pronto o demasiado tarde puede que tu hierba no produzca el efecto deseado. Las plantas de marihuana tienen varias fases por las que deben pasar antes de ser cosechadas; crecimiento, floración y engorde.

¿Qué hay que tener en cuenta?

Lo primero que debes saber es que cultivar marihuana no es para la gente impaciente. Si cosechas demasiado pronto, acabarás perdiendo todo el esfuerzo que has puesto en cultivar tus plantas de la nada. Los cogollos cosechados demasiado pronto tendrán un efecto menos potente, un aroma bastante más blando y en el peor de los casos un sabor bastante verde, muy lejos del sabor que se espera de una marihuana medianamente decente.

Hay varias indicaciones que los cultivadores suelen seguir para saber si sus plantas están ya maduras, aunque la mejor manera de saberlo es mediante la experiencia; cuando más cultives una variedad en particular, más certeza tendrás a la hora de cosechar. De todas formas, vamos a mencionar unas pocas maneras de averiguar si tus plantas están listas para cosechar o no.

Observando las tricomas

Uno de los métodos más fiables de saber cuándo están tus plantas listas para cosechar es mediante los tricomas. Los tricomas (la resina) maduran con tus plantas y si se observan de cerca con una lupa o un microscopio, se pueden analizar para deducir si la planta ha llegado a su madurez total o no.

Unos tricomas maduros ya no son transparentes, sino que son de un color nublado. Además, como podrás ver en la foto, tienen forma de una seta alargada y se están empezando a volver un poco ámbares. Si los tricomas de tu planta están así, puedes cortar con tranquilidad, aunque también se recomienda esperar hasta que un 2/3% de los tricomas sean de color ámbar.

El color de los pistilos

El color de los pistilos también puede indicar la madurez de tus plantas, aunque no es el método más fiable y siempre recomendamos observar las tricomas si sospechas que tus plantas están maduras por el color de los pistilos. Una vez que observas que más de la mitad de los pistilos en tus plantas de marihuana están marrones, es hora de ir preparando para la cosecha en sí.

Recuerda que no debes guiarte solamente por el color de los pistilos, simplemente son una indicación de que tus plantas están llegando al momento óptimo de maduración.

Las indicaciones del banco

Por último, casi todos los bancos de semillas de prestigio suelen venir con indicaciones de cuánto tardarán en florecer. Ten en cuenta que no siempre aciertan, ya que las condiciones climáticas, el abonado y la experiencia del cultivador pueden alterar las expectativas del banco. Eso sí, siempre puedes usar estas indicaciones como una guía para saber más o menos cuándo estarán tus plantas.

Al igual que con el método del color de los pistilos, esta indicación es simplemente una guía que te puede ayudar a hacerte una idea general de cuándo podrás cosechar. El método más fiable y eficiente es el de comprobar tus tricomas mediante lupa o microscopio.

La experiencia también juega un papel importante, ya que si has cultivado varias veces la misma variedad o variedades de la misma familia llegará un momento en el que con solo mirarlas sabrás si están para cosechar o no.

jueves, 5 de septiembre de 2019

Hongos en la marihuana


Llega la temporada de lluvias y humedad de finales de verano, la cual suele llevar consigo una lista de problemas que pueden surgir en nuestras plantas de marihuana. Por ejemplo, puede que un día te levantes y te encuentres con hongos en la marihuana, ya sean causadas por lluvias o por insectos que también suelen aparecer durante esta época.

Los hongos son organismos vivos que se agarran a tus plantas y, si no se controlan, pueden acabar con ellas. Hay varios tipos de hongos, aunque vamos a hablar de cuatro de los más comunes en los cultivos de cannabis.

El Oídio


Los hongos en la marihuanaEl oídio es uno de los hongos más frecuentes en los cultivos de cannabis y cáñamo, ya que lo único que necesita para propagarse es un poco de humedad. Es un hongo que, desafortunadamente, es imposible de eliminar por completo. Lo único que puedes hacer es tratar la zona afectada con el intento de evitar que se propague al resto de la planta. Tendrás que utilizar un fungicida para controlarlo, y luego a la hora de cosechar deberás tirar toda la parte afectada de la planta.

La Roya



Este hongo es capaz de propagarse incluso en plantas sanas, ya que nada más entrar en contacto con la planta, se mete debajo de la epidermis de las hojas. Se suele confundir con una carencia, ya que su síntoma principal es una decoloración de las hojas con manchas amarillas, para finalmente acabar casi destruyendo a la hoja. Para prevenir este hongo deberás mantener una humedad equilibrada, una temperatura no demasiado alta y asegurarte de no sobre-regar a tus plantas.


La Botrytis


La botrytis es otro hongo que puede acabar rápidamente con tu cultivo si no estás al loro. La causa de este hongo suelen ser las orugas, que se comen los cogollos de tus plantas, dejando túneles por dentro de la flor. Esto facilita muchísimo la aparición de la botrytis, ya que los excrementos de esta plaga también aumentan la humedad y propagan el hongo.

Desafortunadamente, si encuentras este hongo en tu cultivo, es increíblemente difícil de curar. Si consigues deshacerte de todas las orugas y de la parte infestada de la planta, puede que todavía queden esporas en otras flores. Lo mejor que puedes hacer para evitar esta pérdida es prevenir utilizando productos anti-oruga.

El Pythium


Este hongo se mete al sustrato y se instala en las raíces de tus plantas, frenando el crecimiento e impidiendo que puedan absorber los nutrientes que necesiten. Los síntomas de este hongo son plantas débiles con muchas carencias debido al hecho de que sus raíces no pueden absorber más. Si no quieres tener que afrontar este hongo invisible, recomendamos utilizar algún producto en tu cultivo que tenga microorganismos beneficiosos para las raíces de tus plantas. Si ya tienes instalado el hongo, puede ayudar a evitar que se propague, pero siempre es mejor prevenir que curar.

¿Cómo se previenen los hongos en la marihuana?


La mejor manera de prevenir la aparición de los hongos es cuidar bien de tus plantas. Una planta saludable será más capaz de rechazar un hongo que una planta débil. Se pueden utilizar aditivos ricos en ingredientes como silicio, que les aporta una fuerza extra a tus plantas para que tengan más resistencia hacia los insectos y los hongos.

Con un cuidado correcto, tus plantas sobrevivirán cualquier ataque de hongos en la marihuana, aunque hay que remarcar que las plantas débiles o no totalmente sanas serán más propensas a sufrir por culpa de los hongos. Si aun estando perfectamente sanas, tus plantas empiezan a mostrar síntomas de hongos, te aconsejamos recurrir a fungicidas naturales para evitar que se propague más, aunque las infestaciones más grandes puede que necesiten algo más fuerte.