Si acabas de iniciarte
en el mundo del autocultivo de marihuana, puede ser un poco complicado seguir
una tabla de cultivo. Incluso los cultivadores experimentados a veces tienen
problemas a la hora de seguir las muchas tablas de cultivo que hay.
Lo principal que
debes saber es que una tabla de cultivo es una simple guía – tienes que conocer
bien a tus plantas para poder aplicarles las dosis adecuadas, ya que el clima
en el que cultivas, tu nivel de experiencia y la variedad a cultivar pueden
influir mucho en cómo llevan tus plantas de marihuana su régimen de nutrientes.
Primero, tendrás que conocer las fases de tu planta y saber reconocerlas.
Fases de tus plantas:
Germinado y plántula: En esta fase tus plantas no son capaces de
absorber nutrientes, pero muchos cultivadores novatos piensan que la primer
semana de su tabla de cultivo se refiere a la plántula – deberás esperar hasta
que tu planta tenga su segundo o tercer par de hojas reales para empezar a
abonar utilizando los nutrientes de la primera semana de la tabla que estés
usando.
Crecimiento: Cuando tus plantas ya han sacado dos o tres pares
de hojas, sabrás que están saliendo del estado de plántula para próximamente
pegar el estirón durante el periodo de crecimiento. Aquí es cuando se empieza a
seguir una tabla de cultivo. Generalmente te indicarán que utilices un
enraizante las primeras semanas y algún fertilizante base para el crecimiento.
Muchas tablas de
cultivo están pensadas para cultivadores de interior, y suelen incluir solo dos
o tres semanas de crecimiento. Si estás cultivando en exterior o en interior y
quieres darles más crecimiento a tus plantas antes de pasarlas a florecer,
simplemente tendrás que alargar las dosis de las semanas de crecimiento en
proporción a lo que indica.
Floración: En las tablas de cultivo normales se suelen
marcar unas 7 semanas de floración antes del lavado de raíces. Como ya hemos
comentado, esto puede variar según la variedad que estás cultivando – según las
indicaciones del banco de semillas podrás hacerte una idea de cuántas semanas
de floración te esperan, y a partir de ahí seguir las semanas necesarias,
siempre en proporción a la tabla original.
Engorde: Dentro de las dosis de floración, sobre la cuarta o quinta semana, suelen
incluir productos para el engorde de los cogollos. Si estás cultivando plantas
que requieren más tiempo para florecer, lo suyo sería atrasar la dosis de los
productos de engorde hasta que le toque. Sabrás que ya les toca un poco de
engorde porque los cogollos estarán formados ya, con pistilos blancos o quizá
empezando a volverse marrones.
Lavado: Todas las tablas incluyen una semana o dos para el lavado de raíces, y si
la tabla que estás usando no lo incluye tendrás que incluirlo tú en tus
cálculos. Esto se hace para eliminar los restos de sales y minerales de las
plantas, además de hacer que absorban y utilicen todos los nutrientes que les
queda. Si no se hace puede que tus cogollos tengan un sabor un tanto
desagradable, y si usas productos minerales y químicos puede ser muy nocivo
para tus pulmones.
Conclusión:
Una tabla de
cultivo no es infalible, ya que dan recomendaciones generales que no se pueden
aplicar a todas las plantas ni a todos los niveles de experiencia. Lo
fundamental a la hora de seguir una tabla de cultivo para marihuana es abonar
en base a la reacción de tus plantas, que ellas saben muchísimo mejor que una
tabla generalizada que solo sirve de guía.
Otra cosa muy importante que muchas tablas de cultivo no suelen incluir, es que debes ir midiendo y ajustando el pH según la época en la que se encuentran tus plantas, ya que este parámetro es lo que determina los nutrientes que podrán absorber.
Hay muchísimas
tablas de cultivo, y muchos de ellos son generalizados para cualquier tipo de
planta, aunque si indagas un poco en el mundo de los fertilizantes puedes
descubrir marcas de gran renombre que publican tablas de cultivo más específicos
para cannabis.