El mundo del cultivo de cannabis, es algo muy bonito a la vez
que interesante. Hay veces que no sabemos que variedad elegir, o simplemente somos principiantes y no tenemos
muchos conocimientos. Escoger la cepa adecuada es algo que hay meditarlo bien,
y en lo que no tenemos que tener ninguna prisa. Mucha gente te aconsejará las
que ellos han cultivado, o la que le hayan recomendado por ahí. Esto no querrá
decir que sea la cepa perfecta para ti y tus necesidades, puede que sí o puede
que no. Tampoco será lo adecuado que nos compremos semillas, guiándonos por la
foto que veamos en el catálogo. En este artículo vamos a ver varios puntos importantes, para que elijamos
cultivar la variedad que mejor se adapte a nosotros. Esto se traducirá a
que tendremos mejores cultivos, y cogollos que nos encantarán.
Tamaño
El tamaño es algo que varía
mucho de unas variedades a otras, y un factor muy determinante para hacer
nuestros cultivos. Dependiendo del espacio del que dispongamos o del porte de
planta que queramos alcanzar, podremos elegir una variedades u otras. Por lo
general las cepas con mayor porcentaje de sativa se hacen de mayor altura
(distancia entre nudos larga), mientras que las que son más indicas se quedan
más bajitas y con una distancia entre nudos menor. Esto nos servirá para poder
hacer un cultivo más certero. De este modo no nos quedaremos sin espacio, ni
nos quedarán huecos libres.
Olor/Sabor
El olor y sabor, es
diferente según la variedad que elijamos. Existen muchos sabores/olores entre
ellos: terroso, dulce, hachís, incensado, cítrico y afrutado. Incluso podemos
encontrar variedades que combinan varios matices, ofreciendo sabores realmente
interesantes. Cada persona tenemos un gusto, y en el campo de hierba ocurre lo
mismo. Podremos encontrar una variedad que le guste al que te la ha
recomendado, pero no a ti y viceversa. Por eso lo bueno es tener claro los
sabores que nos gustan, y una vez lo tengamos claro ya podemos buscar
variedades que tengan ese sabor que nos gusta. También cabe la posibilidad de
que te gusten varios sabores, solamente habrá que buscar variedades en función
de lo que queremos. Lo ideal es cultivar variedades de sabores que nos gusten y
ya conozcamos, pero también cultivar alguna cepa nueva, ya que podemos
encontrar nuevos matices que añadir a nuestra lista de gustos.
Clima
El clima también es otra
característica en la que tendremos que pensar. Según la procedencia de la cepa,
estará acostumbrada a unas condiciones climáticas u otras. Entonces pensando en
el clima que hace donde vamos a cultivar nuestras plantas, podremos elegir la
variedad que mejor se adapte. Si por ejemplo vivimos en una zona húmeda,
podremos elegir variedades que provengan de lugares húmedos. Haciendo esto
tendremos plantas que crecerán mucho mejor, y a su vez tendremos menos
probabilidades de tener problemas en el trascurso del cultivo. Ten en cuenta
que según de donde proceda la planta tendrá una estructura u otra, por eso las
de zonas húmedas tienen la distancia entre nudos separadas, hojas finas y los
cogollos finos y casi espigados ( con esta estructura toda la planta recibe luz
y tiene una buena aireación).
Efecto
El efecto es, la potencia psicoactiva
que nos produce la hierba cuando la consumimos. Podremos disfrutar de
diferentes efectos según la variedad que escojamos. Podemos notar diferentes
sensaciones en las que se suelen destacar: activo (cerebral), levantar el ánimo
(cerebral), creativo (cerebral), relajante (físico), soporífero (cerebral-físico).
También es muy útil medicinalmente, ya que puede ayudar con problemas para
dormir, de apetito, dolores…También se puede producir una combinación de varios
de estos efectos. Todo esto se debe a la concentración de cannabionoides que
tenga cada hierba. Las cepas que tengan un alto contenido en CBD, serán las que
más poder terapéutico nos ofrecerán. De hecho a mayor cantidad de CBD y menor
de THC, el efecto va siendo más suave. Hoy en día podemos encontrar cepas, las
cuales tienen un nivel de cannabidiol (CBD) muy elevado, y uno de
tetrahidrocannabinol (THC) casi inexistente. Esto hace que podamos disfrutar de
su valor medicinal y de su sabor, sin tener que ir arrastrando el pesado efecto
psicoactivo.
Floración
La floración también cambia
según, el ejemplar que cultivemos. Podemos encontrar cepas que tengan una
floración realmente corta, de unas 7-8 semanas. Y por el contrario podemos
encontrar hasta otras que llegan a las 13-15 semanas de etapa floral. De normal
las variedades que sean principoalmente índicas tendrán una floración más
corta, mientras que las sativas tendrán una floración mucho más larga. Hay
ocasiones en las que encontramos cepas que se contradigan. Sabiendo esto
podremos jugar, con los distintos tiempos de floración, en función de lo que
nos convenga.
Sabiendo estos datos, podremos mirar semillas durante un tiempo, y pesar cual sería la que mejor se adaptaría. Hay tantas variedades diferentes que al final encuentras alguna que se pueda cultivar en tu clima, con el tamaño que buscas, sabor y efecto.
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