La marihuana es una planta, y como la mayoría se alimentan a través de los nutrientes que tiene el agua de riego.
Si estas no reciben un agua de calidad, no podrán alimentarse correctamente,
provocando problemas en su desarrollo (ten en cuenta que el agua es el medio
que comunica los fertilizantes con la planta). Para ofrecer un agua de calidad
tendremos que controlar dos parámetros muy importantes, el PH y la EC. Si
hacemos esto correctamente, nuestras plantas podrán asimilar todo el alimento
necesario que le proporcionemos.
El PH:
Es el nivel de acidez que contienen los líquidos, en
este caso nos interesa el agua. Las plantas necesitan un rango óptimo para
poder absorber los nutrientes adecuadamente. La escala del PH va desde 0 que es
el valor más ácido, hasta el 14 que es el más básico (alcalino). Entonces en PH
neutro se situaría en el número 7. Las plantas de marihuana necesitan un nivel
un poco inferior al neutro, para poder estar en el mayor rango de absorción de
los alimentos. Este valor es de 6-6,8 si las cultivamos en algún sustrato
(tierra o coco). Si el cultivo lo realizamos en sistemas aeropónicos e
hidropónicos, tendremos que ofrecer un nivel de PH que esté entre 5,5 y 6,8.
Manteniendo el agua de riego entre esos valores, siempre estaremos tranquilos
de que reciben una correcta alimentación. Para asegurarnos de que nuestra agua
de riego tiene un Ph correcto tendremos que medirlo. Existen varias formas de
comprobarlo, las más comunes son los líquidos medidores o los medidores
digitales. Los digitales cuestan un poco más, pero también serán más precisos,
cómodos y duraderos. La medición se tiene que hacer una vez hayamos añadido los
fertilizantes en el agua de riego, ya que si no podrían cambiar el nivel y
tener un resultado equivoco. Una vez le hayamos introducido los abonos y
hayamos medido el Ph, veremos si es el correcto. Lo más común es que no sea el
adecuado, por lo tanto hará falta ajustarlo hasta el nivel que queramos. Para
dejar el nivel que nosotros queremos, tendremos que usar unos líquidos que
existen. Unos son para subir el PH (Ph+) y otros son para bajar el PH (Ph-).
La EC:
Esta es la es electroconductividad que tiene el agua,
o dicho de otra forma la capacidad que tiene el agua para transportar la
electricidad. La marihuana necesita un valor adecuado de EC para poder tener
una correcta alimentación. El nivel correcto para una buena eletroconductividad
es de 0,4. Para saber el nivel que tiene nuestra agua de riego, será necesario
el uso de medidores digitales. El agua del grifo tiene una EC superior a 0,4,
por lo tanto tendremos que bajar un poco la EC. Añadiendo un poco de agua destilada
a nuestra agua del grifo, conseguiremos bajar el nivel de la EC. Si podemos, lo
ideal sería partir de agua destilada, ya que esta tiene una EC de 0, y podremos
tener un mayor margen para añadir fertilizantes. Otra opción muy buena también
es el uso de filtros de osmosis, ya que con ellos también conseguiremos una
agua limpia de sales (es decir con una EC de 0).
En resumen, si ofrecemos el nivel EC y de PH que
necesitan nuestros ejemplares, obtendremos cultivo de una gran calidad. Las
plantas tendrán un crecimiento más acelerado, y nos aseguraremos de que se
coman el alimento que les proporcionamos (evitando que nos muestren carencias).
Finalmente serán plantas con un aspecto muy sano, y ofreciendo una producción
elevada.
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