La marihuana puede
ser índica y sativa, a parte de los
híbridos. En este caso vamos a hablar de tres
variedades conocidas, pero casi indicas al 100%. Las mayormente índicas
tienen ciertas características a destacar. Son plantas de porte pequeño,
distancia entre nudos más corta, tallos gruesos y hojas anchas. En floración
producen cogollos prietos cargados de resina y en un tiempo realmente corto.
Cookies Kush:
Esta es una cepa del banco Barney´s Farm
que cuenta con un premio, en la copa
Hightimes Cannabis Cup Amsterdam 2014. Se consiguió gracias al cruce de una
Girl Scout Cookies y una OG Kush, cuidadosamente seleccionadas. Tiene una
estructura arbustiva, sin llegar a coger demasiada altura (de 0,5-2m
dependiendo de dónde se cultive). Se comporta muy bien tanto en interior como
en exterior. Puede cultivarse con todos los niveles, pues no demanda ningún
cuidado en especial. Cuando ya estemos en plena floración, nos enamorará con la
pinta que tiene. Sus cogollos aumentarán de tamaño notablemente, estando lista
en tan sólo 55-60 días de fase floral. Cuando la cosechemos obtendremos grandes
producciones, con un aroma-sabor dulce y terroso, pero que esta fuerte al
fumar. Tiene un efecto doble, pues primero relajará nuestro cuerpo, y poco a
poco se convertirá en un estado energético muy potente. Se podría decir que es
una cepa medicinal, perfecta para dolores musculares o falta de apetito.
Hindu Kush:
Variedad pura de uno de los bancos más antiguos como es Sensi Seeds. Este
ejemplar es para los amante de las índicas puras que había antes, o para quien
quiera probar algo diferente a lo que está acostumbrado. El nombre de este
ejemplar proviene de un sistema montañoso llamado así. Hindu Kush es la parte
Oeste del Himalaya, y la cuna de muchas variedades con genética afgana. Esta
variedad nos brinda ejemplares de pequeño tamaño, resistentes y con hojas de un
verde muy oscuro. Debido a su origen resiste muy bien las zonas cálidas de
exterior, funcionando muy bien para cultivos de guerrilla (en estos cultivos no
podemos regar cuando queremos). Si la plantamos en interior nos funcionará muy
bien, siendo perfecta para el cultivo SOG. Su tiempo de floración es bastante
corto, siendo de unos 45-50 días, y la mayoría de su producción se concentra en
el ojo central. Cuando esté fuera la cosecharemos sobre finales de septiembre,
antes de la llegada del mal tiempo. Siendo cultivada en una zona interior,
cortaremos antes que con otras variedades, ahorrando agua, luz y tiempo. El
olor que tiene es realmente cautivador, llegando a recordar a las charas (extracciones
de hachís típicas de esas regiones). Al fumarla se trasmite una mezcla de
sabores en nuestra boca, siendo terrosa y especiada a la vez que dulce. Tiene
una gran potencia psicoactiva, produciendo un efecto relajante. El estado de
relajación va en aumento, hasta llegar a producirse un gran estado soporífero.
Eleven Rose:
El banco Delicious Seeds cruzó una
Sugar Black Rose seleccionada con un macho de Apalachian Kush, dando como
resultado a esta variedad. Es una cepa totalmente indica ganadora de múltiples copas,
con un gran aroma y efecto. La podremos cultivar en cualquier modalidad, pues
se adaptará perfectamente. En cuanto alimento no será muy delicada, para los
resultados que nos ofrece. Resiste muy bien los ataques de plagas y hongos,
respecto a otras variedades. No tiene muchas ramificaciones pero consigue
alcanzar una gran altura (0,8-2m). En tan sólo 55-60 días de floración podremos
recoger nuestras preciadas flores. Los cogollos que produce son compactos y con
abundantes tricomas. Cuando probamos esta variedad percibimos un sabor
afrutado, en el que predominan los matices dulces. Tiene un efecto potente
debido a su alto contenido en THC, que puede superar el 24% perfectamente. Nos
deja en un estado de relajación total, tanto mental como físicamente. Si nos
pasamos nos noqueará, siendo muy efectiva medicinalmente con problemas de
insomnio.
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