jueves, 23 de mayo de 2019

Cómo regar las plantas de marihuana


Una de las cosas más importantes para cultivar marihuana con éxito de principio a fin es la cantidad y calidad del agua que reciben. Muchos cultivadores cometen errores comunes a la hora de regar sus plantas, y por eso vamos a hablar de trucos sobre cómo regar plantas de marihuana; lo que necesitas saber para realizar un cultivo con éxito.

Hay varios mitos que tienen que ver con hábitos muy malos a la hora de regar tus plantas de marihuana. Por ejemplo, muchos cultivadores piensan que si se seca la capa superior de tierra, hay que volver a regar; esto es falso. La parte que más rápidamente se seca siempre va a ser la parte de arriba, y si vuelves a regar demasiado rápido puede que acabes encharcando la parte inferior de la maceta, ahogando las raíces de las plantas enseguida.

Por lógica, tus plantas necesitarán cantidades distintas de agua dependiendo del tamaño de la planta; cuanto más grande la planta, más agua necesitará beber, y viceversa. La mejor manera de adivinar si tu planta necesita agua o no es coger la maceta y ver si todavía pesa; si todavía tiene el peso del agua, se notará, y sabrás que no es necesario regarla más por ahora.

Cómo regar las plantas de marihuana


Dependiendo del tamaño y de la edad de tus plantas, tendrás que regarlas más o menos. Obviamente, una plántula no va a necesitar la misma cantidad de agua que una planta que está ya floreciendo. Yo prefiero entrenar las raíces de mis plantas, regando poco a poco para que crezcan más, en busca de más agua. Este método es para aquellos que tengan cultivos interiores y tengan también tiempo para regar todos los días – puede ser algo intensivo con muchas plantas, pero vale la pena.


Plántula y crecimiento


Después de germinar tus semillas tendrás que empezar el proceso, plantando tu semilla con su raíz ya fuera en una maceta pequeña (7x7, preferiblemente) ya regada.

No vuelvas a regar hasta que la planta haya salido ya del sustrato, y recuerda comprobar si la maceta pesa mucho antes de regar. Hay que tener en cuenta que algunos sustratos mantienen más humedad que otras, así que tendrás que ajustar la cantidad de agua según el sustrato que utilices.

Cuando la plántula ya haya estirado lo suficiente, tendrás que trasplantarlo a una maceta pequeña de 3L. Después de trasplantar, tendrás que regar según el sustrato; sobre medio litro de agua suele ser suficiente para la mayoría de sustratos, aunque recomendamos que compruebes cuánta humedad retiene tu sustrato.

A partir de ahora es cuando vas a empezar a entrenar las raíces de tus plantas. Lo ideal es empezar con solo un vaso de agua por maceta al día, mientras vas comprobando el peso. Si ves que después de unos días está acumulando demasiado peso, recomiendo dejar de regar hasta que la maceta vuelva a pesar lo normal. Cuando ya tenga un peso más normal, sigue regando con un vaso de agua al día.

Cuando empiecen a secarse totalmente de un día para otro, aumenta el riego a dos vasos de agua por planta, utilizando el mismo método de comprobar las macetas todos los días, y aumenta a un tercer vaso si lo vieses necesario. Cuando ves que tu planta ha dejado de crecer hacia arriba, será hora de realizar el trasplante más importante.

Floración


En interior, cuando trasplantamos de la maceta pequeña a una más grande solemos pasar las plantas a florecer. Ahora deberás regarlas según su tamaño, ya que hay variedades que pueden presentar distintos fenotipos que pueden crecer más o menos. Como cantidad media, recomiendo empezar con un litro por planta e ir aumentando – recuerda sopesar las macetas un poco todos los días para poder darle atención individual a cada planta, ya que no todos necesitarán beber lo mismo al mismo tiempo.

La importancia del pH


El nivel de pH del agua que utilices influye muchísimo en el desarrollo de tus plantas; las plantas de marihuana necesitan un nivel de pH entre un rango de 6.0-7.0 según la etapa del cultivo generalmente (puede variar según la fase en la que se encuentra tu planta y en tus métodos de cultivo).

Si el pH no es correcto, es decir, demasiado bajo o demasiado alto, tus plantas no podrán absorber los nutrientes que les proporcionas a través de fertilizantes y aditivos, lo cual puede causar una acumulación de nutrientes y minerales, lo cual puede ser bastante nocivo para las plantas de marihuana.

Qué hacer si riegas demasiado


Es importante no encharcar las raíces de tus plantas, ya que puede causar un listado muy largo de carencias. Las épocas durante las cuales debes tener el máximo cuidado, son al principio y al final del cultivo.

Para revitalizar y recuperar a tu planta de un encharcamiento, que quema los pelos de las raíces y frena la absorción de nutrientes, deberás dejar que se seque el sustrato completamente, y cuando vuelvas a regar utilizar cantidades muy pequeñas de agua con algún aditivo orgánico para curar las raíces.


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