A la hora de
plantar marihuana, muchísima gente opta por poner autoflorecientes y más en
entornos de interior durante los meses más fríos. Las plantas autoflorecientes, por norma general, suelen crecer más
pequeñas y producen menos flores que las de temporada, además de que la
marihuana de plantas autoflorecientes,
normalmente, resulta menos potente que la de plantas feminizadas o regulares.
¿Qué ventajas tiene cultivar marihuana autofloreciente?
Las plantas autoflorecientes de marihuana
tienen una serie de desventajas frente a las de temporada que puede que te
echen para atrás a la hora de cultivarlas, pero también debes conocer las
ventajas.
Aunque es verdad
que suelen producir menos que una planta
de temporada, debido al tamaño más reducido de plantas autos puedes poner
muchísimas más por metro cuadrado en interior. Esto te permite sacar el mismo rendimiento o más que con unas
plantas de temporada en el mismo espacio.
Otra ventaja muy
clara es que las plantas
autoflorecientes son más rápidas que las de temporada. Esto es porque no
son foto-dependientes – esto quiere decir que no dependen de las horas o la
falta de horas de luz para poder florecer, sino que florecen cuando llegan a un
punto de madurez en concreto. Aparte
de conseguir cosechar más pronto, esto también te puede ayudar en cuanto a las plagas y los hongos, ya que es mucho
más difícil que una plaga se instale en unas plantas con un ciclo de vida tan
corto.
Cabe destacar que
cuidar de una planta autofloreciente tampoco supone la misma inversión de
dinero ni de tiempo que una planta feminizada o regular.
Cómo cuidar de una planta autofloreciente
Aunque
técnicamente es más fácil cultivar plantas autoflorecientes de marihuana, también
requieren una serie de cuidados
específicos para poder sacar el máximo rendimiento, lo cual nos interesa
muchísimo debido al tamaño reducido de las plantas autoflorecientes – todo lo
que puedas hacer para aumentar el peso de la cosecha final será bienvenido, aunque
recomendamos siempre productos orgánicos.
El reto principal
al que se enfrentan las autos es el enanismo;
hay que tener muchísimo cuidado a la hora de elegir dónde germinarlas y cómo
las riegas. Recomendamos germinarlas utilizando el método de la servilleta, ya
que si germinas directamente dentro de un jiffy puede que las raíces acaben
paralizadas por la rejilla que tiene. Recomendamos utilizar macetas de 7-11L,
dependiendo de si es una planta de 2 o de 3 meses.
Cuando ya tienes
las semillas germinadas, antes de meterlas a la maceta tendrás que regarla
bien. A partir de este momento, después de introducir la semilla a la maceta,
no tendrás que volver a regar hasta que la plántula ya haya roto la superficie
del sustrato. Si riegas antes puede que se encharque y la semilla acabe
subiendo o bajando más de lo debido.
Ahora lo más
importante es regar lo justo para hacer que las raíces de la planta crezcan en
busca de más agua, causando también un crecimiento importante en la planta.
Tendrás que empezar regando muy poco, regando sólo cuando el sustrato ya se
haya secado del todo – recomendamos empezar utilizando un vasito de agua, y
cuando empieza a secarse más rápido puedes aumentar la cantidad.
Como habrás
visto, las plantas autoflorecientes te pueden ahorrar mucho tiempo aunque hay
que estar muy atento al principio de sus vidas a la hora de regar para no
causar un enanismo accidental. Son plantas pequeñas de por sí, e interesa hacer
que crezcan lo máximo posible.
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